Si bien las aplicaciones de citas llevan experimentando un espectacular crecimiento en los últimos años, con la llegada de la pandemia han explotado definitivamente. Los problemas para conocer nuevas personas debido al estado de alarma y las posteriores limitaciones al ocio nocturno han provocado que incluso los más reacios se hayan animado a darles una oportunidad a estas herramientas que prometen ayudarnos a encontrar pareja desde la comodidad del hogar. Desde que la Covid llegó a nuestras vidas, aplicaciones como Tinder, Bumble o Badoo han multiplicado sus usuarios y deslizar perfiles ajenos se ha convertido en una rutina digital más para muchos, como podría ser consultar el correo electrónico o revisar las historias de Instagram. Sin embargo, esta explosión ha propiciado también una normalización de ciertas prácticas tóxicas, o como mínimo desconsideradas, que los recién llegados deberían conocer para aprender a lidiar con ellas de una forma sana. Como en la vida real, hacer 'match' (cuando dos usuarios se gustan mutuamente) tan solo es el principio.
Los Puertos en blanco
jueves, 30 de diciembre de 2021
LA NUEVA GENERACION DE PALABRAS EN INTERNET PARA CITAS
Gato por liebre 'Catfishing'
Si un perfil parece demasiado bueno para ser cierto quizá no lo sea. El '
catfishing' consiste en crearse una cuenta falsa con el objetivo de engañar,
estafar o abusar de alguien. Por suerte, cualquiera que lleve tiempo usando
internet ha desarrollado un sexto sentido para intuir cuándo una foto se ha
descargado de Google. Si esa extranjera guapísima que supuestamente lleva unos
meses viviendo con sus tíos en España te empieza a hablar de cómo se está
forrando minando criptomonedas, sal corriendo.
Vendehumos 'Kittenfishing'
Una variante del caso anterior son esas personas que, aunque son reales, se
muestran de forma engañosamente positiva con el objetivo de encandilarte. Como
es lógico, todos tratamos de mostrar nuestra mejor cara cuando estamos
interesados en conocer a alguien, la diferencia es que los que practican el
'kittenfishing' actúan como manipuladores emocionales, fingiendo una
personalidad que no se corresponde con la real. En ocasiones la farsa también
puede darse en las fotos, por ser de hace diez años o estar retocadas para
eliminar arrugas e imperfecciones. Afortunadamente las mentiras tienen las patas
muy cortas y suelen caer por su propio peso si mantenemos una actitud vigilante
y no pecamos de ingenuos.
De mayor quiero ser 'influencer' El 'instagramer'
Cada vez son más los aspirantes a ' influencers' que utilizan las aplicaciones
de citas para darle un empujón a su perfil en Instagram. Resulta fácil
reconocerlos. Lo primero que llama la atención es que sus imágenes recuerdan
sospechosamente a una sesión de fotos profesional, como sacadas de un 'book' de
modelos. Tampoco es que se molesten en disimular: en la descripción de su
biografía incluyen su usuario de Instagram y te animan a seguirles ahí porque
«responden antes» o porque «no suelen entrar demasiado a Tinder». No pierdas el
tiempo, lo más probable es que nunca te respondan o que, si lo hacen, solo te
ofrezcan una desganada conversión mínimamente exigible para no generar
antipatía. La realidad es que solo quieren hinchar sus cifras de seguidores y,
de paso, su ego.
Ahora me ves, ahora ya no 'Ghosting'
Tras unas primeras conversaciones prometedoras o, al menos, dentro de un clima
de cordialidad, la otra persona decide desaparecer sin mediar palabra. Puede que
simplemente deje de responder o que haya tomado medidas más drásticas, como
deshacer el 'match' o bloquearte, si es que habéis llegado a intercambiar los
teléfonos, sin ofrecer ninguna explicación. En algunos casos especialmente
retorcidos, el 'ghosting' se produce tras darte plantón en la primera cita. Si
después de una semana no te ha respondido, puedes ir haciéndote a la idea de que
ha decidido lanzar una bomba de humo y desaparecer de tu vida. Aunque puede
resultar un duro golpe para el autoestima, no te lo tomes como algo personal. En
las aplicaciones de citas es muy fácil conocer gente, pero resulta igual de
fácil abandonarlas sin remordimientos ni la más mínima repercusión social.
Un paso atrás 'Curving'
No todos los que no están interesados en iniciar una relación optan por el
'ghosting', algunos simplemente se distancian, sin llegar a desaparecer del
todo. Si observas que la otra persona se encuentra algo más esquiva, tarda en
responder más de lo habitual durante varios días o muestra señales evidentes de
desinterés, tiene todas las papeletas para ser un caso de 'curving'. No le
interesas, pero no quiere pasar el mal trago de rechazarte de forma directa y
prefiere que seas tú el que se canse y acabe tirando la toalla. ¿Esa persona
solo te da largas? Se está rifando un caso de 'curving' y tienes todas las
papeletas.
Marear la perdiz 'Breadcrumbing'
Como en el caso del 'curving', una persona que hace 'breadcrumbing' se muestra
recelosa y poco proactiva en la conversación. Como en el caso del 'curving',
sigue manteniendo el contacto, aunque sea con cierta desgana, la diferencia es
que en este caso se sugiere un posible paso hacia adelante que nunca llega.
Mientras que la persona que practica el 'curving' no suele hacerlo por malicia,
sino por cobardía o desinterés, el 'breadcrumbing' tiene una connotación más
perversa porque la otra persona sí alimenta activamente las esperanzas que pueda
tener su interlocutor, pero sin llegar a materializarlas. Lo que viene a ser
marear la perdiz, hablando en plata. Si se comporta de forma incongruente y
responde con ambigüedad ante la propuesta de planes, lo mejor que puedes hacer
es plantarte y pedirle que ponga las cartas sobre la mesa.
Chupar banquillo 'Benching'
Una variante del 'curving' o el 'breadcrumbing' es que te pongan a chupar
banquillo. En este caso la otra persona sigue manteniendo la comunicación y en
ocasiones da señales de interés, pero tampoco termina de materializar planes o
compromisos de forma definitiva. El matiz diferenciador es que, en este caso, se
hace con la intención de ganar tiempo y contar con un 'plan B' en caso de que
las cosas se tuerzan con una tercera persona que le interesa más. En este caso
no está todo perdido, pero probablemente no te convenga caer en las redes de una
persona tan calculadora e insensible.
El 'match' que se alzó de la tumba
Los zombies
Como en una película de terror, en el mundo de las aplicaciones de citas no
todos los muertos descansan eternamente. En ocasiones, después de semanas o
meses sin dar señales de vida, un viejo 'match' puede regresar desde el más allá
con la intención de retomar la comunicación, ya sea actuando como si no hubiera
ocurrido nada o justificándose con alguna excusa peregrina que huele a patraña
desde el minuto uno. Normalmente detrás de este comportamiento se encuentra una
ruptura con una tercera persona de la que nunca te habló. Si no te importa ser
su segundo plato y crees en las segundas oportunidades, adelante, pero no te
extrañes si la cosa acaba por no funcionar. A fin de cuentas, esa persona ya te
descartó en un primer lugar.
Ni lo intenta 'Obligaswiping'
Este término es una contracción de los anglicismos 'obligation' (obligación) y
'swiping' (deslizamiento) y se usa para describir a las personas que se dedican
a deslizar perfiles movidas por una sensación de obligación. Puede ser por
presión social, como esas chicas que acaban cediendo ante la insistencia de sus
amigas a las que les fue bien en Tinder, o por una rebuscada autoimposición,
para sentir que se está haciendo algo por salir de la soltería. Sea como sea,
estas personas están en estas aplicaciones 'por estar' y, aunque deslizan
perfiles y participan en conversaciones (de mala gana), no tienen un interés
real en salir con nadie ni ponen demasiado esfuerzo en conocer a otras personas.
Resulta fácil reconocerlas porque suelen recurrir a excusas vagas para no
quedar, como que nunca tienen tiempo, o porque responden tarde y con el mismo
entusiasmo que el que aguarda en la cola del banco para devolver un recibo. Si
la relación no fluye, no trates de forzar las cosas, no servirá de nada.
Complejo de entrenador de Pokémon Coleccionistas
Un fenómeno similar al 'obligaswiping' son los coleccionistas de 'matches'. Como
en ese caso, por lo general no están interesados en tener citas reales ni en
participar en conversaciones, sino que se limitan a amasar perfiles a los que se
les ha gustado por simple narcisismo. Estos usuarios parecen haberse vuelto
adictos a la descarga de dopamina que sienten cuando salta la notificación de
turno, pero no están realmente dispuestos a conocer a las personas detrás de
esos perfiles.
Pesca de arrastre 'Fishing'
Lo opuesto al 'obligaswiping' serían los usuarios que practican la pesca de
arrastre en las aplicaciones de citas. La estrategia de estas personas es
dispararle a todo lo que se mueve y decidir después. Son proactivos,
generalmente demasiado, y desde el primer contacto se muestran ansiosos por
calibrar sus opciones. Suelen recurrir al 'ghosting' o alguna de sus variantes
cuando ya tienen sobre la mesa varios planes de ataque y consideran que ha
llegado el momento de descartar los que les despiertan menos interés.
La ventana indiscreta 'Stalking'
Aunque lo vuestro está muerto y enterrado, si es que alguna vez hubo algo, la
otra persona sigue cotilleando tus historias de Instagram o estados de WhatsApp
desde las sombras. Se trata de una práctica inofensiva pero incómoda que puede
cortarse de raíz usando las opciones de bloquear y silenciar que ofrecen todas
las redes sociales. Por lo general estos molestos mirones ni siquiera se
enterarán, así que tampoco hay peligro de ofenderles.
Un 'airbag' humano 'Cushioning'
Esto, más que una táctica para ligar, es
una técnica de autoprotección. Una bastante retorcida y rastrera, todo sea
dicho. Consiste en usar las aplicaciones de citas para conocer a otras personas
mientras mantienes una relación o un rollo con mal pronóstico. A diferencia del
'benching', la intención no es disponer de una pareja potencial de reserva por
si falla el 'plan A', sino contar con alguien para usarlo como apoyo emocional
(de ahí el término 'cushioning': cojín en inglés) y amortiguar el golpe que
supondría una previsible ruptura con la primera persona.
Usar y tirar 'Roaching'
Este término se traduciría como 'cucaracha'. Como
te puedes imaginar ante semejante nombre, se trata de una de las prácticas más
despreciables de la lista. Consiste en hacer creer a la otra persona que se está
manteniendo una relación estable, cuando en realidad no se tiene ninguna
pretensión de tener nada serio. En algunos casos incluso se está saliendo con
más personas, lo que vendría a ser como practicar el poliamor pero sin acordarlo
previamente o incluso mintiendo acerca de la naturaleza de la relación. Recuerda
que es muy importante definir las cosas desde el principio.
domingo, 26 de diciembre de 2021
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