El lado más sabroso de Gredos al volante.......
El retiro montañés es uno de los sueños del eterno urbanita alienado. Todavía queda lugares donde ese alma errante busca silencio y descanso. Para ellos, que son como nosotros, los parajes glaciares y pinares de la Ávila más romántica nos esperan en Gredos, donde se alza el Pico Almanzor y la Laguna Grande, dos de esas delicias invernales todavía desconocidas para muchos y que nos aguardan no demasiado lejos de casa.
Llegar hasta las Fuentes del Tormes tiene momentos de otra época. La silueta del Parador, las curvas de San Martín del Pimpollar, los recuerdos de las Fiestas de Bohoyo o las noches de Barco de Ávila. Aquí todo tiene su momento.
Gredos es una de las escapadas más recurrentes para el fin de semana, el lugar ideal para poner a prueba nuestro nuevo Twingo. Me han dicho que fuera de la ciudad sigue siendo pequeño, pero matón. Con las excursiones a caballo, el senderismo, los pueblos serranos con gracia invernal y la comida tradicional de la zona en el horizonte, iniciamos el camino. Nuestro Twingo responde a las enrevesadas carreteras que se desenredan alrededor de los cuatro ríos de la zona sin mayores problemas. Subir hasta la Herguijuela o Peñanegra es casi como subir al cielo. Ver amanecer desde Navasequilla demuestra la magia de esas carreteras que no tienen salida.
La comarca ganadera se ha reconvertido en zona turística, pero todavía conserva el auténtico encanto rural y la dureza de tiempos pasados. Allí nos ofrecen cobijo diversas ventas, pueblos de adoquines y teja en los cuales se respira el olor de la montaña.
Sus hijos saben seguir con la tradición y el buen hacer de su padre. Se trata de una de las mejores carnicerías del Alto Tormes, ubicada en plena Calle Mayor de la localidad, que hace honor al buen comer del lugar. Los fines de semana y en verano, la venta siempre tiene un tiempo de espera, porque casi forma parte del ritual. Esperar para gozar y recuperar el sabor de aquellos bocadillos que nos tomábamos sujetando el pan con las dos manos…. Benditos recuerdos de niño que ahora se han convertido en productos gourmet. Su queso de cabra en pimentón también merece una compra (Calle Mayor, 58 – El Barco De Ávila – 920 342 087).
Gredos es una de las escapadas más recurrentes para el fin de semana, el lugar ideal para poner a prueba nuestro nuevo Twingo. Me han dicho que fuera de la ciudad sigue siendo pequeño, pero matón. Con las excursiones a caballo, el senderismo, los pueblos serranos con gracia invernal y la comida tradicional de la zona en el horizonte, iniciamos el camino. Nuestro Twingo responde a las enrevesadas carreteras que se desenredan alrededor de los cuatro ríos de la zona sin mayores problemas. Subir hasta la Herguijuela o Peñanegra es casi como subir al cielo. Ver amanecer desde Navasequilla demuestra la magia de esas carreteras que no tienen salida.
La comarca ganadera se ha reconvertido en zona turística, pero todavía conserva el auténtico encanto rural y la dureza de tiempos pasados. Allí nos ofrecen cobijo diversas ventas, pueblos de adoquines y teja en los cuales se respira el olor de la montaña.
Venta de El Paso de GredosYa sea en inviernos nevados como en las frescas noches de verano, la Venta de el Paso nos da justo lo que promete y de la mejor manera posible. Cocina castellana tradicional a buen precio, con irresistibles judías blancas y cochinillo, que requerirán de una buena digestión pero son todo un placer para el estómago. Victoria sigue entiendo su local como un homenaje a la hospitalidad. David siempre en la sala y Angeles haciendo un estofado de ternera con patatas que anima a parar una y otra vez en la zona. Un tesoro conocido por la gente del lugar y por un número de privilegiados viajantes, que de camino a Gredos paran para ver que las cosas no cambian (Carretera, 58 – Mengamuñoz – 605 52 65 56)
Venta del ObispoEn las puertas de Gredos se encuentra esta venta rústica, hogar de unas suaves patatas revolconas, sabrosas migas y crujiente cochinillo, que pese a estar aislada en la carretera es punto de encuentro de visitantes con conocimiento de causa. En la puerta de este negocio familiar se nos anuncia ceremoniosamente que fue “fundada en 1803 por el obispo Gómez de Balazar”, lo que sin duda nos ayuda a entrar en ambiente. Ganadería propia para las mejores carnes de la zona. Petri si sabe lo que es la calidad y demuestra con todos los clientes. Su menú de 9 euros no necesita comentarios (Carretera Ávila-Talavera de la Reina, km 46,8 – San Martín del Pimpollar – 920 20 72 80).
Guarnicioneria Domingo ArrabeUna de las principales actividades que nos ofrece Ávila son las rutas a caballo y la hípica. La Guarnicioneria Domingo Arrabe nos provee de todos los artilugios necesarios para ello. Domingo está en contacto con pastores y ganaderos del lugar, porque él comenzó siendo uno de ellos, y ahora provee de guarniciones, ropa y todo tipo de utensilios a toda España. Sus bolsos de cuero son piezas de diseño cotizadas por todos aquellos que saben el valor de la piel como artículo de alta calidad. En su taller se cose, se remienda y se repara porque Moises conoce muy bien su oficio. La calidad no siempre la da una etiqueta (C/ La Venta, s/n – Navarredonda de Gredos – 920 34 81 12)
Legumbres CoronadoPero antes de que acabe nuestro fin de semana, una parada en Barco de Ávila, municipio delimitado por el Tormes y una muralla medieval que nos indica que este puede ser el lugar adecuado para rearmarnos. La tienda de Coronado Legumbres en Barco de Ávila nos permite llevarnos ese pedazo de cielo castellano a casa. Fundada a principios del siglo XX por Hipólito Coronado, estamos ante una empresa familiar de productos típicos dedicada a la recolección de judías de la región, todas ellas con un sello de calidad que garantiza resultados culinarios (Plaza de España, 20 – El Barco de – 920 34 00 32).
Embutidos JMJCualquier aficionado a los embutidos en la zona recuerda a José y su pequeña fábrica artesanal de la Aldehuela, un pequeño pueblo de la zona. Siempre despachando detrás del mostrador con su delantal negro y rojo. Su lomo era cotizado en las mejores mesas y el jamón que decía secar con una técnica secreta era un ejemplo de cómo la charcutería puede ser un arte.
Sus hijos saben seguir con la tradición y el buen hacer de su padre. Se trata de una de las mejores carnicerías del Alto Tormes, ubicada en plena Calle Mayor de la localidad, que hace honor al buen comer del lugar. Los fines de semana y en verano, la venta siempre tiene un tiempo de espera, porque casi forma parte del ritual. Esperar para gozar y recuperar el sabor de aquellos bocadillos que nos tomábamos sujetando el pan con las dos manos…. Benditos recuerdos de niño que ahora se han convertido en productos gourmet. Su queso de cabra en pimentón también merece una compra (Calle Mayor, 58 – El Barco De Ávila – 920 342 087).
La Vinoteca Mayor 22Lo mejor para una buena carne es regarla con un vino superior. La Vinoteca de Barco de Ávila, también en la Calle Mayor, es otra parada obligatoria en la ruta. Se trata de una tienda popular que, sin embargo, impacta tanto que redefine y eleva el concepto gourmet a cotas que ya quisieran en la gran manzana madrileña. Vinos y productos tradicionales y atención a los quesos y patés se agrupan en sus estanterías y recorren todas las categorías entre la sencillez y la sofisticación, con precios para todos, pero siempre exquisitos (Calle Mayor, 22 – Barco de Ávila – 920 34 03 16).
En FormaResulta difícil definir esta tienda. Todos los aficionados al mundo de la montaña saben que van a encontrar unos precios sorprendentes. Marcas como Salomon, The North Face o Adidas se sorprenden como las ventas crecen en un pueblo tan poco dado a la moda. Los abuelos saben perfectamente lo que que es el GoreTex y las viejas chirucas de paño son ahora sofisticadas botas de trekking que sirven para una buena caminata de recreo o para subir a cuidar las vacas a la sierra. Omar y sus hermanos saben cómo vender y en esta tienda lo demuestran (Avenida Cardenal Tabera, 4 – Barco de Ávila – 920 34 04 29).
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